26 feb 2013

Divenire, trozos de trozos, trozos en cuerpos, cuerpos en trozos.

Nos fuimos situando grises, conformándonos con las voladas de precios y la caída de sueldos, nos mutilaron las alas como las hojas que destacan de los matorrales, nos emperifollaron para la foto pero ya, no éramos nosotros. Ahora yacemos, como nos expusieron: Pasajeros repeinados y cuerpos firmes, somos la parte de los anuncios que confirma su victoria, somos seres desechables, disfrutamos el poder de consumir la razón en la billetera, la esperanza en los centros comerciales y sí a veces llegamos a la meta y nos la mueven un metro más allá, una y otra vez, otra vez y una más. Nos lo depusieron claro, “no levantes la voz, compórtate”, se ha dispuesto este camino para ti y no protestes por si acaso, no impugnes a tu jefe, asiente, es por tu seguridad, nosotros te cuidamos.

Con riqueza, sexo, promesas, con planes de pensiones, príncipes azules, fútbol, series de televisión, iglesias, negocios familiares y anuncios de cremas, con anuncios de lácteos adelgazantes, shampoo’s con el culto a la imagen de ídolos sin leyes, con fronteras, con ADSL de mil megas, con oposiciones en centros comerciales, con "y comieron perdices", de los sueños pre-fabricados, los enemigos que vienen de Oriente, con guerras preventivas, con finales made in Hollywood, con frases hechas de silicona o hipotecas, con tragedias de países lejanos, con dinero, con dinero, con dinero. Con todo esto nos tienen cloroformizados.

Piropos de plástico, jardines de plástico, sueños de plástico, mujeres de plástico, hombres oscuros. Sean bienvenidos, a los detectores de metales, a los detectores de humanidad, pero sonríe que te están filmando las cámaras. Y ahora ya no nos gustan nuestros cuerpos, ya no nos gustan los consejos, y se nos perdió el papel en donde estaba suscrita nuestra garantía, pero quietos ¡Que no cunda el pánico! Já, ellos cuidan de nosotros, nos lo repiten día a día; “Estamos trabajando en ello.” Por eso me abro salida entre mis carnes y voy arrinconando músculos y tendones, esquivo huesos y me busco, porque me llevo dentro, igual que un lápiz encubre su mina. Por eso destierro vísceras, traspaso nervios, buscando dónde, en qué lugar esté oculta. Y no sé lo que tardaré en dar conmigo o contigo pero cuando así sea -y eso sucederá- diré la verdad, no habrá tiempo para más.

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(Rec)

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