Solo así cumplo con mi condición, no desearía estar en otro lugar, no necesito adivinar lo que me hará feliz.
Como un clásico pa' esperar que el ojo le guiñe, apuntan un índice escuálido delante de mí y casi admito que conocen mi lenguaje prohibido, me mantengo en calma no hay forma de que me trague la lengua y a sabes sin palabras a esta boca no la dejan ni cuando la besan. Me pienso como una doble de riesgo en un juego de ingenio, así que defiende de mi tu héroe enfermo, antes de que mi memoria te recicle ahora y te lanzarte como comida de cerdos.
La hazaña me obligo a ser la carne propia del velorio, en la memoria el entierro, calma calma asta en las nalgas para no perder el glamour ni cuando gastan sus babas, dame un motivo real y el resto ya no tendrá importancia. Me sobran ganas para aferrarme aguda a la mujer que carga este cuerpo que muchos no ven mas allá de una cama, ni de monja ni de santa vengo hablando pero es que me hace falta creer un poco en la magia, sin aguardar en la calma del monstruo bajo mi cama, no quería que me sujetaran como la necesidad que humecta la lengua cuando se le traba, quería una trasmisión desde mis ojos hacia afuera, a recorrer el mundo en un espiral con poca arena, mi personalidad no permite reclamos de algún tipo de premio consuelo. Soy el millón en carne y hueso eres de esos que de alguna u otra forma sus manos siempre podrán tapar el sol, pero solo mi mente podrá apagarlo por completo si así lo pretendo.
Últimamente, no puedo adivinar que planeta me está sonriendo en este momento, por eso pago con arte, soñemos.
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(Rec)
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